Con tantos de Valverde, Ramos y Modric el Real Madrid venció al Barcelona 1-3 en el Camp Nou.
Eran dos equipos completamente distintos en estos momentos, los de la capital no la pasaban bien, los locales se veían mejor. Los blancos venían de dos derrotas ante equipos muy inferiores, muy criticados por la prensa local pero sobre todo por sus propios hinchas.
Pedían el despido o la renuncia del entrenador galo, que cambien a los jugadores pero solo estos confiaban en ellos. Zidane siempre los blindo a pesar de perder en casa 0-1 contra el Cádiz el sábado pasado y el miércoles en Valdebebas también pero por Champions.
Fue dura la derrota en manos del Shakthar Donetsk de Ucrania, un equipo que en el papel era inferior en todas las líneas. Además, por temas de pandemia no pudo contar con diez jugadores que dieron positivo al coronavirus que no viajaron a Madrid. Bajo estas circunstancias la derrota era menos creíble y más criticada.
Por otro lado el Barcelona venía de a pesar de que el Madrid estuviera puntero y el equipo culé estuviera en la segunda mitad de la tabla. Lo que Koeman tenía claro era que Ansu Fati, Pedri, Trincao, Dembélé y Dest era piezas claves para vencer y estos en el primer tiempo fueron efectivos pero bajaron su rendimiento.
El Real Madrid empezó anotando el primero rápidamente, el uruguayo Fede Valverde puso el primero. El Barcelona reaccionó automáticamente y con un pase de la muerte Ansu Fati le marcó a Thibaut Courtois. El primer tiempo quedó en empate y el resto fue en los siguientes minutos.
El segundo tiempo tuvo una polémica, que desembocó en el segundo gol. Un jalón de camiseta de Clement Lenglet al capitán Sergio Ramos. El VAR le avisó al arbitro principal que debía revisar la jugada y así fue. El sevillano anota el segundo desde la pena máxima.
El Barcelona debía actuar veloz pero ni los jugadores en el campo ni Koeman desde la banca lo hicieron. Los minutos pasaban y el clásico no parecía sólo del Real Madrid sino que además parecía que vendría el tercero y así fue. Luka Modric con una jugada excepcional anota el tercero y la tranquilidad para la visita. Se respetaba el récord invicto de Zidane en el Camp Nou, hasta ahora como entrenador no pierde.
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Antes del partido en la capital había crisis y en el Barcelona, tranquilidad. Ahora es todo lo contrario, el vestuario culé está tocado mientras los del Madrid eufóricos. El Barcelona culminó los últimos quince minutos con 6 atacantes: Messi, Coutinho, Braitwaite, Dembélé, Griezmann y Trincao; sin embargo, no realizaron ninguna jugada en ataque.
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