El Manchester City intentó de todo y en los minutos finales logró marcar el único para la victoria ante un Atlético ultra defensivo.
Empezó el día martes los encuentros de ida de los cuartos de final en la Champions League, un partidazo se vivió en el Etihad Stadium. Inició la previa con los dos entrenadores hablando bien del otro y de su estilo de juego, Pep Guardiola y Diego Simeone muy protocolares entre ellos.
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Dos estilos de juego muy marcados se pudo observar durante esos noventa minutos y un poco más que se disputó. Un City que intentaba de todo y jugaba horizontalmente buscando espacios mientras Atlético estaba con la formación de 5-5-0 donde no había jugadores con tarea ofensiva.
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Incluso Griezmann y Joao Felix tuvieron que defender en los extremos como una especie de segundo lateral. Durante el primer tiempo fue un duelo sin ideas y muy por debajo de lo que se esperaba pero con un equipo que estaba haciendo su trabajo.
La segunda mitad fue distinta, hubo más chances pero sin eficacia hasta el ingreso de Foden y Grealish que dieron frescura. El primer toque de Foden fue un pase filtrado para Kevin De Bruyne, fue la asistencia para el único gol del belga que le da la ventaja al City para la vuelta.
